Capitulo 2

Causas psicológicas de la infidelidad en el noviazgo

Una pareja se está conociendo, él dice: - Te advierto que yo soy celoso incluso sin razones.

- No te preocupes, conmigo no lo serás “nunca” sin razones.

Siendo jóvenes tendemos a muchas libertades y dejarnos llevar por un libre albedrio que puede ser perjudicial en lo que hacemos o dejamos de hacer. Uno de estos factores o aspectos a tratar en esta investigación es el famoso NOVIAZGO que todos alguna vez pasamos o experimentamos en nuestra vida.

             Normalmente los chavos o hombres en general suelen ser los más infieles desde una perspectiva social, la imagen que ha generado esta clasificación (literal) en los hombres tiene mucha lógica con lo que se veía en tiempo antiguos, siendo un género en donde el beber es excesivo, la violencia es constante sumando esto más la infidelidad y la perversión que tienen muchos sobre las mujeres pues es totalmente lógico pensar que los hombres son más infieles.

               Cuando somos adolescentes y tenemos nuestra primer novia o una relación firme que tomamos en cuenta, ya no como unos NOVIOS de secundaria o como quiera llamarle, ponemos en juego muchas cosas, el querer a esa persona o inconscientemente tener la libertad de que siendo chavos podemos hacer lo que queramos y nadie nos puede decir nada, llegar a una infidelidad desde temprana edad.

                Es por esto que generalmente ser infiel a etapa como en la adolescencia se tiende a repetir en una edad más grande, sin recapacitar o reflexionar en lo que hicimos en la juventud es donde se dice que repetimos el patrón una y otra vez. En este capítulo se puede aprender los sentimientos y el comportamiento del infiel y ¿porqué no? De la victima que cuenta mucho en este dilema.

                 Este es siglo XXI y se puede decir que existe el famoso INTERNET y que a su vez esto tiene relación con las redes sociales: Facebook o WhatsApp ¿Muy conocidas no? Pues son un medio en la infidelidad muy fuerte para cometer ésta. Aun que no crea que enviar fotos a alguien ajeno a su pareja o mensajera cariñosamente no sea una infidelidad pues está equivocado.

                 En este capítulo aunque no se verá como repercute esto o cuáles son las causas que llevan a una infidelidad en el noviazgo se podrá aprender los sentimiento o el comportamiento antes y durante de una infidelidad.

2.1 Sentimientos de la infiel y de la víctima.

            Hoy en día muchos adolescentes pueden tener relaciones por fuera de su pareja, logran disociar sus sentimientos y pensamientos de una manera que estos no interfieren en forma significativa sobre sus relaciones de pareja. Entonces mientras logren mantener bajo control fundamentalmente las emociones, se autorizan internamente a tener infidelidades.

           Algunas adolescentes consideran que pueden mantener relaciones ocasionales, mientras el vínculo sea principalmente verbal (es decir sólo chatear y/o mandar fotos por redes sociales), pero si de alguna manera el mismo comienza a tener otro matiz y los sentimientos empiezan a aflorar ya la situación se les haría inmanejable.

            Hay algunos jóvenes que se animan a hacer cosas fuera de las relaciones que con sus parejas no harían. Suelen encontrar gratificaciones en pedir o compartir fantasías que según ellos creen serían consideradas por sus parejas como algo perverso o enfermo, tal como mencionaba anteriormente. Los humanos tenemos muchas más fantasías que las que logramos comunicar, e incluso de las que nos permitimos aceptar ante nosotros mismos.

            Pero lo más probable es que los dos tengan fantasías comunes o que ambos estén dispuestos a realizar la fantasía de su compañero y que al compartirlas pueden generar un espacio de confianza, creatividad y experimentación que permita dar nuevos aires a la relación. Muchas veces ambos piensan que si la pareja supiera lo que fantasean, van a pensar que son unos degenerados y para preservar la imagen que le dieron a sus parejas prefieren callar o tener un amante para poder hacer lo que realmente tienen ganas de hacer.

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1 El Terapeuta José Jaime Martínez, sexólogo, especialista en hipnosis y en programación neurolingüística, menciona en su artículo de internet que para saber si la persona infiel presenta grados de “enfermedad psicológica” o rasgos patológicos, la infidelidad debe presentarse como una conducta repetitiva y estereotipada, es decir, que lo hace o ha hecho en repetidas ocasiones, pero siempre son las mismas circunstancias, lo cual trae como consecuencias que no se logre el desarrollo de la pareja y en ocasiones incluso el desarrollo personal se ve limitado.

En general cuando uno abre la puerta a las fantasías, éstas al ver que tienen rienda suelta se calman y suelen ser mucho más inofensivas de lo que uno se imagina. A veces tememos lo que pueda pasar y nos decimos: “Si empezamos a hacer esto o aquello donde vamos a terminar” y si bien es cierto que nadie sabe donde va a terminar, lo seguro es que si no le damos lugar a lo que queremos con frecuencia nos sentimos muy frustrados.

            En cambio si nos abrimos a probar lo que queremos tenemos posibilidades de obtener gratificaciones nuevas, de experimentar otras opciones o variantes y vivir lo que queremos vivir, si no nos gusta siempre hay tiempo para volver a las antiguas prácticas y conductas. Necesitamos saber que somos libres para elegir, aunque decidamos no hacer uso de la libertad, pero vivir sin la sensación de sabernos libres es muy frustrante y angustiante.

             El hombre es infiel por muchas razones y es verdad que se debe principalmente a que pensamos en sexo la mayor parte del tiempo, aún y cuando seamos prudentes y respetuosos1. a todos nos encanta ver a mujeres lindas y de buen cuerpo. Mientras se trate de una linda cara o un cuerpo con las curvas suficientes. 

             El secreto está en dar el paso. Quien lo hace una vez lo hace para siempre. Busca inconscientemente pretextos para seguir con sus "aventuras" y se niega a sí mismo que está mal lo que hace. Se vuelven cínicos y cada vez acentúan ese comportamiento. 

             Muchas de las infidelidades se dan por la cultura machista, tanto en hombres como en mujeres. Es raro el caso del hombre que se arrepiente de su infidelidad, solo se da en casos en los que va a perder a su familia o resulta un drama trágico de ello. 

             Recuerda que para exista un hombre infiel debe haber un mujer que se preste a ello y viceversa. El hombre llega hasta donde la mujer quiere, y algunas mujeres "quieren" mucho....es una pena.

2.2 Causas de los sentimientos (infiel-Víctima)

             ¿Qué sucede cuando el noviazgo ha entrado en una crisis? Crisis por su larga duración como novios, por la falta de proyectos en común, por la inexistencia de metas, por vacíos y faltas de puentes de comunicación o simplemente por experimentar la adrenalina de las emociones diferentes: la salida más rápida y cómoda es la infidelidad, sin preguntarse cuánto daño le puedes estar ocasionando a la persona que ha decidido emprender un amor a tú lado.

Los llamados corazones de condominio es una de las características más fuertes entre los jóvenes, creer hoy estar enamorado de alguien y mañana el amor es para otro y bajo la leyenda de “estoy viviendo mi rol como joven” la puerta de la infidelidad la dejan abierta para entrar una y otra vez, sin importar los sentimientos que han dejado sembrados. La característica más visual de una infidelidad en el noviazgo son las mentiras.

                      La falta de honestidad, transparencia y confianza desaparecen cuando han decidido conocer a una persona más sin haber terminado una relación anterior, en esta situación los jóvenes que se vuelven infieles creen poder dominar dos o tres relaciones al mismo tiempo, sin entender que pueden ser descubiertos.

                      Noviazgos cortos o largos no están exentos de una infidelidad, dando que ésta se da cuando uno de los aparentemente enamorados siente un deseo por otro que no es el que está a su lado y con una facilidad deciden iniciar un doble juego de apariencias donde los sentimientos se confunden y pueden ocasionar daño al otro, pero también a ellos mismos.

                      Con una infidelidad nunca se piensan en las consecuencias, cuestionarse: ¿es justo hacerle esto a esta persona?, ¿es honesto para mí mismo comenzar este juego? Si han conocido a otra persona y consideran que es necesario iniciar una relación con ella es más sano ser sincero, porque el engaño experimenta sentimientos de culpabilidad, vergüenza, arrepentimiento, de qué sirve salir lastimados cuando en el noviazgo se puede ser franco y es una de las etapas más bellas para conocerse.

                       Siguiendo patrones desde la familia, desde las costumbres nacionales (es decir costumbres que se han creído en el país, en este caso México) son las principales consecuencias de cambiar el panorama psicológico. Los jóvenes hoy en día piensan en un libertinaje extenso, su vida es como una fiesta en donde todo puede ser divertido y al final del día nunca sabes lo que pasó en esa noche de diversión sin límites.

                       Entonces, dicho lo anterior se puede decir que lo mismo ocurre con la infidelidad en la adolescencia, tener muchas novias es hoy una moda excepcional para cualquier chavo o chava, por lo tanto no se puede decir que toda la culpa es para los hombres o que éstos son más infieles, la verdad es que siempre hay un equilibrio y aunque no crea esto es la pura verdad.

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Se ha encontrado que la infidelidad le puede proporcionar a la persona que es infiel, momentos placenteros, entre ellos: 1) satisfacción emocional, personal y sexual, 2) sensaciones frescas, vibrantes y de placer; difíciles de sostener en una relación de larga duración y 3) experiencias de variedad sexual y de excitación (Lawson, 1988).

En la infidelidad se pone en juego la identidad completa de quien es traicionado: ya no soy «tan hombre» o «tan mujer». A quien le han sido infiel, sobre todo si ha sufrido de traiciones importantes en la infancia y/o adolescencia, padece intensamente por experimentar de nuevo sentimientos de humillación, enojo, frustración, tristeza y culpa. En nuestra cultura mexicana en donde a toda infidelidad «debe» seguir el divorcio inmediato (en caso del matrimonio), se presenta, sin embargo un dilema: ¿continuar o separarse? Y si se decide seguir, otro nuevo dilema: olvidar o perdonar.

                 Olvidar es imposible; ¿será posible perdonar? El perdón es muy difícil, tarea casi de Dios mismo y aquí apunto el dato curioso de que los infieles, en su origen, lo fueron ante la divinidad al no profesar la «fe verdadera», la cristiana por supuesto o, si estuviésemos en los países islámicos, la mahometana. En algunos casos la infidelidad es muy útil: ¿será el martillo que se utiliza de manera constante e histórica para sacar ventajas y golpear emocionalmente? ¿Por qué perder esa carta? Y la respuesta a plantearles es: ¿en qué mundo emocional se quiere vivir? ¿En uno de confianza, disfrutable y amorosa camaradería o en uno de mentira, engaño, celos y constante paranoia?

                  El infiel, con más frecuencia el que ha sido descubierto, también sufre: quiere que para empezar se olvide el evento o, en el mejor de los casos, que se le perdone. «Ya lo pasado, pasado; no me interesa», como dice la canción. Pero el sufrimiento de la víctima proviene de los pensamientos recurrentes intrusivos: la obsesión con la infidelidad del cónyuge.

                  Se le interrogan al infiel los detalles, todo tipo de detalles: dónde, cuándo, cuánto, cómo contribuyeron cada uno de los actores, los amantes, de la tragicomedia de la infidelidad, las características físicas, sexuales, de todo tipo, de la «competencia». Todas las parejas de los y las infieles se obsesionan.

                   La obsesión es una maniobra para enviar un mensaje poderoso: «ahora te va a costar» y se trata de que me pidas disculpas…sin límites. La obsesión es, en sí misma, un proceso de evitación de dolor por parte del fiel. Evita mirar de frente la participación o responsabilidad que se tiene en la infidelidad del cónyuge.

Se focaliza en el drama de la aventura: «yo me obsesiono y tu me pides disculpas y promesas que nunca son suficientes; y así ad nauseam: «no pides que te perdone con argumentos suficientemente convincentes, pides el perdón suficiente… Lo que sucede es que la dinámica del poder antes de la infidelidad consistía en que el infiel era el menos poderoso y después de su infidelidad es el que ahora tiene el control.

                  La obsesión de la fiel, los interminables interrogatorios y los reproches, tienen la intención de descargar el dolor y reestablecer el balance del poder perdido Ahora bien, tomando en cuenta que no hay otra realidad más que la que acordamos culturalmente por medio del lenguaje,10 por ejemplo: «¿estás seguro que yo veo estas manchas como las ves tú?», o, más bien, ¿existe un acuerdo social y cultural a partir del lenguaje de llamarlas letras negras?

                 Por ello nosotros, o «YO», creamos los síntomas derivados de la infidelidad, la mayor parte de las veces dichos síntomas son el producto de eventos fundamentales de nuestra historia personal que tienen que ver con traiciones. Y si nosotros, o «YO», somos los creadores de nuestros síntomas, somos nosotros, o «YO», quienes podemos resolverlos o cambiarlos.

                  Si no fuera así, ¿cómo explicar el intenso y enorme sufrimiento de unas personas, en contraste con otras que hacen suya la frase ancestral que tanto dolor ha menguado de «no importa que tu esposo tenga capillitas mientras tu seas la catedral»? Y, por supuesto, hay muchas alternativas de cómo ver y ampliar la conciencia en relación a lo que ha sucedido.

                  Poco a poco, tanto para hombres como para mujeres, el sentimiento de culpa va acompañado de manera intrínseca con dosis de ansiedad y estrés, constituyéndose como otros rasgos de la personalidad del infiel. Quizás sea en los hombres donde la ansiedad con el tiempo pueda llegar a ser manejada, cuando creen tener la situación bajo control, mientras que los signos de ansiedad en las mujeres son uno de los indicadores que más las delaten. Pero a la ansiedad también podemos añadirle las preocupaciones por el miedo a ser descubiertos, el temor a tener hijos, a que surjan los celos etc.

                  Además de la culpa, otra sensación común en la infidelidad es la frustración.

La frustración de no poder gritar al mundo entero que se ama a tal hombre o a tal mujer. Incluso, la frustración por no poder hacer todo lo que desean en esos momentos como ir al cine, cenar en un restaurante, dar un paseo o hacer un viaje. Bien es cierto que muchos lo hacen, pero siempre con la inquietud de si los reconocerán o descubrirán.

                Esta situación conlleva el vivir bajo la sombra, y esperar a que el amante rompa el vínculo formal con su pareja. Podemos llegar a escuchar comentarios por parte de las personas infieles de que la relación de amantes es la relación “perfecta” para una pareja, ya que ejercen el amor en todos los niveles y no hay que tolerar enfermedades, responsabilidades, mal humor, vidas en común etc.

                Pero por otro lado, la infidelidad conlleva consecuencias como las separaciones, los divorcios, o una pérdida de confianza que es difícil de recuperar, atenuándose en cierto modo la calidad de la relación de pareja. Por ello, es importante, concienciarse de lo que se está haciendo, y pensar en las repercusiones que puede llegar a tener, no sólo en nosotros mismos, sino sobre las personas que se encuentran a nuestro alrededor, e intentar tomar la decisión más adecuada.

2.3 Comportamiento del infiel y la víctima

Un chavo/a infiel tiende a tener un comportamiento repetitivo como un patrón o un vicio del que es difícil salir y que tú podrías fácilmente detectar. No todos los hombres o mujeres expresan esas características de manera palpable y algunos sorprenden con sus infidelidades porque parecerían ser el novio perfecto.

             Pero ¡ojo!, es esencial tener precaución y observar su comportamiento para predecir si tiene la posibilidad de serte infiel. Las tentaciones están donde quiera; sin embargo, la forma en la que trabajemos con ellas podría llevarnos a tener una relación duradera.

Algunas características que comparten los hombres infieles son:

• Mira a otras mujeres/hombres en frente de ti.

• Tiene muchas amigas/amigos del pasado que lo llaman o lo buscan por las redes sociales.
   

• No comparte contigo la contraseña de su página de Facebook, Instagram o Twitter.
   

• No te permite que veas su celular.

• Contesta llamadas y habla lejos de ti o camina fuera de tu alcance para hablar por su celular.

• Es muy guapo o guapa y se la pasa mirándose en el espejo y comprándose ropa.
   

• Le gusta salir sin ti a los clubes nocturnos o a algún sitio que no sea de trabajo.
   

• Tiene muchas emergencias de familia o busca pasar tiempo con su familia sin ti.
   

• No te ha presentado formalmente con sus padres o familiares.

Lógicamente hay que tener en cuenta que muchos de estos comportamiento del infiel pueden ser engaños, así que ser un buen observador con tu relación basta para darte cuenta. Llevar un diario es además bueno para usted desde el punto de vista psicológico y emocional. Le mantiene ocupado y con la y con la sensación de incertidumbre si en su noviazgo su pareja les es infiel.1

• Te cuestiona tu amistad con otros hombres y no te deja salir sola con ellos.

• Algunas veces lo  y hasta sonríe en sus pensamientos.

• Pensamientos de deseo.

• Te mantiene al margen de su agenda de trabajo o de estudio.
   

• Es un hombre 
   

• No quiere visitar algunos sitios contigo como un restaurante o un hotel específicos.

• Si le  o si tiene historias de infidelidad, lo más probable es que continúe ese patrón en el futuro.

                    Todas las personas somos únicas. Cada uno hace las cosas a su manera. ¡Y la mentira no es la excepción!. Una forma de mentira es la manipulación con palabras o regalos. Les dicen a sus novias o novios fieles lo que desean escuchar y les compran obsequios o –regalos de culpabilidad-.2 mujeres infieles a las parejas que sospechan que están siendo engañadas es: -Si quisiera estar con otro, ¿por qué estaría entonces contigo?- Lo que esta declaración implica es que ella no tiene por qué verse con nadie pues él sigue siendo su pareja. Algo que, evidentemente, no es siempre cierto.

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1 B. Green, Raymond. INFIELES: 180 signos reveladores de la infidelidad de la pareja. p. 127

2 Ibídem, p. 54.

En este proyecto se cruzan estas dos grandes líneas de investigación: por un lado, la orientada a analizar las diferencias de género según el tipo de infidelidad; por otro, la centrada en el proceso de comparación social en los celos. La primera de las manipulaciones experimentales se efectúa sobre las características del infiel. Siguiendo los planteamientos de anteriores investigaciones dos son las variables seleccionadas: dominancia y atractivo físico.

                     Se entiende por dominancia el estatus de la persona, tanto a nivel profesional como a nivel social. Esta variable tiene dos niveles: alto y bajo. Una dominancia alta implicaría poseer unos rasgos de personalidad socialmente deseables y un alto estatus socio – cultural. Mientras que una dominancia baja indica una personalidad no valorada por la sociedad, así como un bajo nivel socio – cultural.

                     La variable atractivo alude a la cualidad física de la persona. Nuevamente hay dos niveles: alto y bajo. Un atractivo alto refleja la capacidad para atraer a otros individuos a través de la belleza en los rasgos físicos. Un bajo atractivo supone la ausencia del encanto facial y/o corporal en esa persona.

                     El tipo de infidelidad, emocional o sexual, constituye la tercera variable del presente estudio. A cada persona se le expone un único tipo de infidelidad. Se quiere valorar la reacción de los individuos ante cada una de las situaciones propuestas sin que tenga que elegir cuál de ellas le preocupa más. Esta elección forzada entre los tipos de infidelidad ha sido utilizada en anteriores estudios y se le ha considerado responsable de los sesgos encontrados en la tesis evolucionista puesto que acentúa la asimetría de género. 3

                     También se han hallado interesantes tendencias no significativas. El aparente mayor sentimiento de inferioridad que presenta el hombre ante la infidelidad sexual, siendo ésta la única situación en la que la media del hombre es superior a la de la mujer, podría ser indicador del daño al amor propio masculino. Esta dirección ha sido señala por diversos estudios que han reflejado como los hombres relacionan el sexo con los logros personales y el orgullo (Basow, 1986; Buunk,1986).

                En la escala etiquetada como miedo o inseguridad se le pregunta por el sentimiento de celos y de amenaza, siendo la única ocasión en que la mujer señala la situación emocional como la más estresante.

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3 García Leiva Patricia . Reacción de celos ante una infidelidad: diferencias entre hombres y mujeres y características del infiel.

Diversos autores defienden que para las mujeres el sentido de sí mismas y de su propia dignidad está fundado en su capacidad para crear y mantener relaciones, por lo que tienden a proteger la continuidad de la misma.

                  Uno de los indicios más claros es cuando nuestra pareja no hace esfuerzos por organizar planes con nosotros, saliendo en cambio con amigos a conciertos, viajes y demás eventos. No significa necesariamente que tenga planeado sernos infiel pero en este tipo de actividades buscamos divertirnos, y si con nosotros no lo hace puede surgir que otra persona le dé esa inyección emocional que necesita. 

                   Por otra parte debemos vigilar mucho a los amigos confidentes, esos que están siempre a su lado escuchándole y dando su opinión sobre temas íntimos. No significa volvernos paranoicos pero sí que si con nosotros ya no tiene esa confianza y la deposita en otra persona es porque hay algo que ella le aporta que nosotros ya no hacemos, y ese sentimiento puede llevar a algo más y ser una de las causas para que nos sean infiel.

                   A su vez debemos ser recelosos si después de estar en una situación habitual de infidelidad nuestra pareja está más amable que nunca con nosotros, en todos los aspectos de la pareja. La culpa se enmascara fácilmente tratando de portarse mejor que nunca con la pareja, y si no es habitual en ella estar así puede que tengamos que hablar algo seriamente.

                   Las infidelidades se producen también de manera diferente, en el caso de las mujeres, suele existir una relación laboral o de amistad y no tratarse sólo de una relación sexual ocasional, de este modo, la mujer infiel, es más proclive a plantearse abandonar su relación y formar una nueva pareja.

                  En otros casos, la infidelidad es consecuencia de un distanciamiento en la relación de pareja que lleva a uno de los dos a buscar una alternativa relacional o al menos, deja abierta esa posibilidad. En estas situaciones, es fácil que se produzca una separación tras el descubrimiento del engaño, bien por parte del engañado, bien por parte del infiel. También puede ocurrir que la infidelidad lleve a la pareja a una situación de crisis tras la que poder acercarse y volver a construir la relación.

                 También la revancha se da en parejas en las que se produjo una infidelidad y el otro miembro de la pareja busca equilibrar la relación con otra infidelidad, a veces, empujado por el primero.

Por último, existen personas que consideran que la infidelidad es aceptable o inevitable y que son infieles a sus parejas sistemáticamente porque no se plantean si quiera, no serlo. Pueden haber sido educados o haberse desarrollado en este sentido y pensar que es “lo normal”.

                   Como con cualquier acontecimiento traumático, un cónyuge engañado puede presentar algunos síntomas post-traumáticos, aunque no se consideraría trastorno por estrés postraumático ya que aunque el acontecimiento se viva con temor extremo, no supondría una amenaza para la integridad física. Sería más probable si se descubriera “in fraganti” al cónyuge que si es descubierto por indicios, pruebas o confesión.4

Los síntomas (literalmente) serían:

• Recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar.

• Sueños recurrentes sobre el acontecimiento.

• Sensación de estar reviviendo la experiencia.

• Malestar psicológico intenso al exponerse ante estímulos que simbolizan o recuerdan el acontecimiento.

• Respuestas fisiológicas (taquicardia, sudoración, etc.) al exponerse a estímulos externos o internos que simbolizan o recuerdan el acontecimiento.

                   También puede darse una evitación de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general (pensamientos, recuerdos,...) del individuo, o bien, síntomas de que la activación aumentó como dificultades para mantener o conciliar el sueño, irritabilidad, ataques de ira, dificultad para concentrarse, hipervigilancia,...

                   Muchas parejas deciden seguir juntos tras una infidelidad. Es importante en estos casos un arrepentimiento declarado por parte del infiel que haga sentir al otro cierta confianza en que las cosas van a cambiar. En todo caso, recuperar la confianza en el otro es complicado y lento, es como un vaso de cristal que se rompe en mil pedazos, quizá podamos pegarlo, pero es difícil o imposible que llegue a ser tan fuerte como era antes.

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4 Publicado en "Cosmopolitan" en el Número de Noviembre de 2006. (Pág. 116)

El traicionado, dudará y comprobará durante un tiempo que no sigue habiendo mentiras. Por otro lado, si la pareja supera la infidelidad y puede ver los puntos en los que está atascada, puede llegar a ser una oportunidad de cambio que haga evolucionar a la pareja a un estado de mayor satisfacción.

                   Para los hombres es más difícil saber si les están siendo infieles, puesto que ellos son menos observadores y se fijan menos en cambios sutiles que sin embargo las mujeres descubren a la primera. Los hombres en general temen o sospechan que su pareja les está siendo infiel, cuando ésta se niega a mantener relaciones sexuales como de costumbre. Existen mujeres que jamás perdonarían una infidelidad y otras que sin embargo deciden auto engañarse para no tener que enfrentarse a la realidad.

                   Descubrir que hemos sido traicionados por la persona amada siempre es una experiencia dolorosa y hasta humillante, puesto que se ponen en juego los valores que fundamentan una relación de pareja, como son la confianza, la sinceridad y el respeto.

                    Perdonar o no una traición depende de la persona y del tipo de relación que existe, ya sea por motivos religiosos o porque no quieren hacer sufrir a los demás. En el caso de las mujeres que deciden perdonar (pero no olvidar), la infidelidad suele ser un arma arrojadiza muy frecuente en las discusiones, que puede desgastar más todavía la relación.

                     No recuerdes constantemente la infidelidad de tu pareja, si no eres capaz de superar y olvidar, quizá sea necesario plantearse una solución tajante. Muchas mujeres que han sido infieles se torturan porque no saben si contárselo a su pareja, se sienten mal, pero lo primero y más importante es descubrir el porqué de la traición. Si has sentido esa necesidad es porque tu pareja no te da algo que tú necesitas y no tiene por qué estar relacionado con el sexo.

                     Debes evaluar los pros y los contras antes de decidirte a contárselo a tu pareja, puede que sólo fuera para ti una aventura que te haya hecho ver que no quieres abandonar a tu novio; en este caso puedes volver a reconstruir tu relación. Si decides ser sincera es posible que tu pareja no pueda perdonarte y eso dependerá de lo importante que seas para él.

                     Muchas veces ellos deciden perdonar, pero la infidelidad estará presente durante mucho tiempo en su memoria y será difícil que vuelva a confiar en ti, por ello es aconsejable buscar ayuda profesional y no depender de los consejos bien intencionados de las amistades

Cuando uno ama a una persona, no hay porque hacerle daño, recurrir a la excusa de que es porque la persona no nos llena, nada de eso brinda razones suficientes para justificar el hecho de causar dolor ajeno. En la pareja debe haber amor, respeto, confianza, amistad, tolerancia, perdón, y muchas virtudes que se van convirtiendo en bases sólidas para sostener una relación en el noviazgo.

                     No podemos pretender que nuestro conyugue se merece que seamos infieles porque no llena nuestras expectativas, cuando mas bien debemos comprender que sería mas grave las consecuencias y el dolor terrible que causaría nuestra traición, que cualquier otro error que nuestra pareja tenga, o cualquier necesidad que no sepa llenar.

                     Cuando traicionamos a nuestra pareja, lo estamos realmente destruyendo, y quitándole oportunidades de ser feliz, y aun de volver a soñar con ser feliz alguna vez en la vida, y no solamente dejándole un área por llenar, sino que lo dejaríamos completamente vacío, desilusionado, sin esperanza, sin animo, confundido, y en medio de un caos total.

                      Es egoísta de nuestra parte, que por tratar de llenar un área de nuestra vida, en la cual no nos sintamos completamente llenos con nuestra pareja, recurramos a traicionarlos, sabiendo que es mas grave y mas hondo el profundo abismo al que lo enviaremos, que la pequeña necesidad que queremos llenar.

                 Es preferible, que si no nos sentimos felices con alguien dejemos todas las puertas abiertas para el diálogo, para tratar de resolver, para que se intente lograr soluciones por otros medios, pero si realmente no deseas ayudar a cambiar las cosas y mejorarlas, entonces simplemente déjalo libre, pero no lo arruines, no lo traiciones, no los destruyas, cuando se destruye a alguien que ha estado a nuestro lado, tan solo esperando que lo amen incondicionalmente, estamos dañando a un ser humano, que también merece ser feliz tal cual nosotros.5

                     Si has estado pensando en tomar esa alternativa, y ya has estado pensando que puede ser la solución, espero que estas orientaciones te sirvan para entender que esto no es un juego, y que puedas evitar hacer algo que después te dolerá mucho, y que destruirá a alguien más.6

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5 Bolinches Sánchez Antoni, El Arte de Enamorar. p. 157

6 Ibídem, p. 163

En este capítulo tácitamente no crea que se le pretende investigar profundamente a su pareja durante su relación. El comportamiento puede ser difícil de detectar, pero lo que es importante es que a medida de que pasa el tiempo la infidelidad se va detectando más y más…

            Durante una relación de noviazgo solemos engañarnos porque es como un juego enamorarnos a esta etapa, tal vez pensamos que nuestra pareja es imposible de llegar a una infidelidad pero aquí es donde está el problema, pensamos que este concepto sólo se utiliza en el matrimonio y que es imposible que pase en el noviazgo por lo tanto creemos que si nos engaña nuestra pareja esto lo tomamos como un simple: Me dejó por otro. No bastaría agregar un FIN en esa ultima frase, pero es que es en realidad lo que pasa.

            Concluyendo el capítulo, los sentimientos pueden ser tanto graves como débiles dependiendo la victima o el infiel en su estado psicológico. Así que la mejor forma de erradicar este problema en el noviazgo es siempre siendo fiel ante la relación y si alguna vez fue víctima debe razonar que la culpa no es suya, sino mejorar lo que pudo haber fallado para relaciones futuras. Pero si es usted o tú chavo, un infiel, debes tomar cartas en el asunto, por que no es DIVERTIDO para ti y para tu pareja que lo hagas, sino todo lo contrario, aunque no quiera ver este aspecto.

Referencias

1. INFIELES: 180 signos reveladores de la infidelidad de la pareja

RAYMOND B. GREEN

EDITORIAL AMAT, 2004

pp. 60-150

1. ALGUNAS RAZONES DE LA INFIDELIDAD DE LOS HOMBRES (o por que me les ponen el cuerno a las mujeres)

María Eugenia Velázquez Valie

Pp. 35

1. Acta de investigación psicológica (PDF) (Consultado el 15 de Marzo de 2016): http://www.psicologia.unam.mx/documentos/pdf/actas_ip/2013/articulos_c/AIP_Facultad_de_Psicologia_UNAM_33_1271_1279_Las_causas_que_llevan_a_la_infidelidad.pdf